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160 páginas, formato 130 x 20,5 mm,
encuadernación rústica cosida con solapas
PVP: 13,00 euros (IVA incluido)
ISBN: 978-84-935829-8-2
Entre la cantera y el jardín se compone de 17 ensayos que indagan en la conciencia
ecológica del presente. La literatura científica lleva más de cuarenta años probando
la amplitud del desastre ecológico y social, pero nuestros modos de producir y
consumir hacen oídos sordos de todas las alarmas. Ante ello, el investigador y poeta
intenta comprender el porqué de tanta inacción y cuáles son las posibles vías que
nos saquen del letargo y nos permitan luchar por un mundo que nos haga mejores.
Hoy, mientras el ecocidio continúa, mercenarios con ametralladoras y fusiles de asalto viajan en los atuneros españoles para
que podamos seguir expoliando lejanos caladeros y las latas de atún en aceite lleguen sin trabas a los supermercados...
Mantenemos un modelo de desarrollo insostenible (casi huelga decirlo) y basado en la exportación de daño. ¿Seremos
capaces de despertarnos? ¿Y quién podría ayudarnos? ¿Acaso el poeta? ¿El ensayista? ¿El profesor de filosofía?
Llevamos treinta años de hablar, hablar, hablar; y no hacer nada. Narcotizados, sonámbulos, presos los más en su ceguera
voluntaria, como si nada hubiésemos aprendido de los siglos pasados. Treinta años sugiriendo que «menos es más»; treinta
años leyendo en las pantallas y escuchando en los altavoces «no te conformes con menos».
Pero no nos concentraremos en las fantasías del Armaggedón final sino en la omnipresencia del apocalipsis cotidiano. El
daño a la biosfera y el socavamiento de la autonomía del ser humano se están produciendo ahora; el trabajo de los poderes
económico-políticos contra las alternativas que nos salvarían está teniendo lugar ahora. El momento de la verdad es ahora.
Autoexpropiación para arrancarnos a nosotros mismos de los lazos de dominación y servidumbre.
Frente a la teología del mercado y la libido de los grandes almacenes, el sueño de una sociedad en la que los ecologistas, los
comunistas y los pacifistas ya no sean necesarios.
Desprendernos de ventajas y dejar de ser verdugos.
Porque todo esto es posible, sí, cambiando las relaciones sociales.
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