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232 páginas, formato 170 x 240 mm,
encuadernación rústica cosida
PVP: 18,00 euros (IVA incluido)
ISBN: 978-84-937973-7-9
con prólogo de Constantino Bértolo
La historia del pensamiento desarrollado en la órbita
soviética dista mucho de ser el monolito uniforme que
suele evocarse alegremente. La relación entre Lukács y
Sacristán manifiesta una realidad muy diferente: un pensamiento
heterogéneo, muy apegado a la realidad política y social de cada momento,
y con notas de discordancia e incluso, en ocasiones, de disidencia.
"Desacuerdo explícito, retirada de la vida pública, deber
comunista de crítica, reclusión intelectual como en las
últimas décadas. La valiente y desolada toma de posición
lukácsiana, el nada servil posicionamiento del autor de Die
Zerstörung der Vernunft, a sus ochenta y tres años de edad,
no podía ser más claro ni más coincidente con los análisis
y posiciones de su editor, entonces un dirigente político
clandestino en activo que estaba traduciendo (...)"
György Lukács y Manuel Sacristán mantuvieron durante
los decenios centrales del siglo xx una larga conversación a
partir de la edición en castellano de las obras del primero,
introducidas, traducidas y comentadas por el segundo. A
lo largo de sus cartas e intercambios asistimos a sus intentos
de continua renovación de un proyecto «inabordable
para un solo hombre», como diría Sacristán sobre Marx:
el desarrollo, siempre inacabable, de la tradición marxista
revolucionaria. Una corriente en busca de la ambicionada
producción consciente de historia, siempre de la mano de la
razón y cerca, muy cerca, de las luchas y dificultades de los
movimientos obreros y sociales.
Salvador López Arnal reconstruye aquí ese espacio entre
clásicos. Recorreremos así medio siglo de historia del marxismo:
desde las primeras obras de Lukács hasta la muerte
de Sacristán, desde los primeros años de los soviets hasta la
aparición de las nuevas militancias canalizadas en el ecologismo,
el pacifismo, el feminismo...
Medio siglo de una historia no sólo marxista, sino comunista,
que en poco se parece a la caricatura que tan a menudo de
ella se nos quiere presentar. De un comunismo inacabable
como proyecto, un comunismo aún activo, aún necesario,
aún espacio de reinvención de luchas.
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