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608 páginas, formato 170 x 240 mm prólogo de Belén Gopegui
PVP: 20,00 euros (IVA incluido)
ISBN: 978-84-940011-7-8
No busquen aquí a un Marx sujeto a modas, a un
Marx desinflado de contenido y susceptible de venta
como bestseller interesado. Lo que aquí rescatamos
es un Marx cargado de fuerza, capaz de ser el
elemento aglutinante de un proyecto plenamente
revolucionario.
Hace unos meses, pensando en la edición de este libro en nuestro país, me
dirigí a un grupo de personas con una trayectoria activista de izquierdas ya fuera
en el campo de la ecología, el urbanismo, el anarquismo, la reivindicación de la
enseñanza pública, el feminismo, etcétera. Quería saber cómo veían ellos y ellas
la vigencia del marxismo hoy en su entorno. Pensaba que surgirían cuestiones alrededor
de la economía ecológica, el feminismo, el anticolonialismo, miradas que
Marx no había podido abordar de forma central. Me encontré sin embargo con
la extrañeza: ¿Marx? ¿Marx en España? Se nombraron toda clase de inquietudes
que parecían sustituir esa presencia, la transformación interior, el arriba y abajo,
el jubilado que juega en bolsa y no sabe si es explotado o explotador, el reparto
por encima de la producción, el fracaso de las revoluciones, la multitud, el psicoanálisis,
tomar el poder sin tomar el poder. Marx no estaba ni entre los veinte
millones que votaban a los partidos mayoritarios, ni en muchas de las personas
que se abstenían, ni en los periódicos, ni en numerosos grupos que se incorporaban
o reincorporaban a la política, ni en gran parte de los análisis políticos y
económicos a no ser como elemento académico convenientemente disecado. Era,
claro, real lo que decían, aunque también sean reales los colectivos y espacios en
donde Marx resurge o de donde nunca se fue, y aunque, desde entonces, semana
a semana, la vida diaria en España se haya ido comiendo tantas dudas. Puede que
convenga averiguar cuánto dinero invierte en bolsa ese jubilado para saber a qué
clase social pertenece, pero ya no parece que averiguarlo sea imprescindible ni
siquiera especialmente significativo. «El Marx que a nosotros nos interesa discutir
e interrogar», escribe Kohan, «es el que ha inspirado históricamente las aspiraciones
más radicales de los condenados y vilipendiados de la tierra». Puede que el
poder parezca inaprensible pero necesitamos aprehenderlo de algún modo antes
de que tierra se hunda y no tengamos nada con que comenzar de nuevo.
Del prólogo de Belén Gopegui
Este libro seguirá el hilo de las interpretaciones
que cada corriente y cada época han ido dando al
marxismo. Se polemizará desde aquí contra aquellas
más propias de un pensamiento domesticado
y se pretenderá recuperar lo que consideramos la
esencia del proyecto consignado en El Capital: demostrar
la historicidad del capitalismo, desvelar sus
procesos de fetichización y, sobre todo, probar que
es un sistema social que puede ser superado. Porque
la meta, tanto de Marx como de quienes esto escriben
es precisamente ésa: superar el capitalismo; acabar
con una economía y con un mercado que no son
nada sin dominación y poder, sin violencia de unas
clases sobre otras.
Por ello, lo que aquí presentamos
es un Marx al que llamamos nuestro, pero que tiene
una historia muy anterior a la nuestra, y que en
América y otras muchas partes del globo pretendió
ser aplastada a sangre, picana, capucha y fuego. Se
acusó a los suyos, se nos acusó, de ser «delincuentes
», «terroristas» y «subversivos». Nos torturaron
y nos desaparecieron. Quemaron las personas y los
libros, incendiaron las bibliotecas. Querían borrar
al marxismo de la faz de la tierra...
Pero nuestros
muertos no han muerto. Al igual que Marx, renacen
con cada nueva rebelión. Así que aquí estamos...
Esta lucha no terminó, acaba de empezar.
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