|
180 páginas b/n, formato 170 x 240 mm,
encuadernación rústica cosida
PVP: 17,00 euros (IVA incluido)
ISBN: 978-84-935829-6-8
La comunidad es la historia de una aventura
colectiva que se ubica en los años posteriores al 68.
Una historia llena de utopía y de voluntad de lucha. Una aventura
emprendida en 1972 por un grupo de jóvenes que
funda una comunidad rural para cambiar desde sus bases
esa sociedad capitalista y productivista que tanto
rechazan.
Armado de micrófono y
lapiz, Hervé Tanquerelle ha recogido el testimonio de su
suegro, Yann Bennoît, uno de los fundadores de "la
comunidad". Se establece así un diálogo entre dos generaciones muy
diferentes: la del 68, llena de utopía; y la
actual, dominada por el cinismo... Entre los recuerdos de Yann y el escepticismo de Tanquerelle irá apareciendo el
bagaje ideológico del proyecto, los azares que lo
hicieron posible, la actividad económica que lo
sustentaba, sus vínculos con la comunidad rural
vecina...
El movimiento de mayo del 68 va a proporcionar a Yann y
a sus compañeros el sustento ideológico para una
voluntad compartida: escapar de un mundo regido por la
burguesía y el individualismo.
Cuatro años después él y sus amigos trabajan
colectivamente en una serigrafía fundada con la ayuda de
su padre. Todos tienen entre 20 y 25 años y empiezan a
soñar con trasladar su actividad y su vida al campo...
Dan así con una vieja molinería que se convierte así en
el marco de una nueva experiencia colectiva: trabajar
sin patrón, sin horarios, cultivar sus propios
alimentos, alcanzar la autonomía y renunciar al mundo de
la facilidad y del consumo. Comienza entonces una
aventura que se vive no como una utopía sino como una
evidencia compartida...
Pero de entrada... hay que reformarlo todo, o incluso
reconstruirlo... La molinería llevaba varios años
abandonada y casi todo está en ruinas. Son muy pocos los
que conocen algo de albañilería, pero con mucha voluntad
y la ayuda de diferentes amigos, se ponen manos a la
obra y convierten la comunidad en una laboriosa colmena.
Empiezan instalando el taller de serigrafía y
habilitando unas pocas casas para los que ya se han
mudado. Seis meses después varias familias están ya
instaladas...
En paralelo al rechazo del consumismo se alaba la
autosuficiencia: así, entre todos, van a cultivar un
huerto, varias hectáreas, criar cerdos, patos,
gallinas... Y poco a poco, entre curiosidad, errores,
favores, bodegas y partidos de fútbol, llegarán
divertidos contactos con el vecino, el idolatrado
agricultor...
Dossier de prensa
|